miércoles, 26 de septiembre de 2007

Más Punkitecturas

Más de Solano Benítez, Paraguay no sólo produce grandes arqueros...un interior y un exterior de la Casa Fanego







Glenn Murcutt, Australia, Casa Marika-Alderton


Menos es más mejor...




jueves, 20 de septiembre de 2007

Comentarios al margen

1-Hoy volvió Soda...me pareció excelente un comentario de Cerati, refiriéndose al presente del rock en Argentina: "Que se arme tanto revuelo por la vuelta de Soda da cuenta del estado de las cosas". Obviamente que el 19/10 voy a estar, y este sábado Café Tacuba (a mi entender lo mejor de los últimos 15 años en Lationamerica, un ejemplo de "glocalidad" musical) y el 24/10 Arctic Monkeys en el Luna Park. Quiero que Doris toque más seguido.
2- Desde que puse el contador no dejo de sorprenderme...entraron varias personas de Mérida, México, sepan que los envidio mucho por tener a Kukulcán tan cerca.

Punkitecturas































Solano Benítez, Paraguay, Sindicato de Trabajadores
del Estado

Shigeru Ban, Japón, Stand.

domingo, 16 de septiembre de 2007

A 52 años...

Pigna no es santo de mi devoción, pero en el Clarín de hoy aparece un texto suyo referido al golpe del ´55 que me pareció muy interesante: http://www.clarin.com/suplementos/zona/2007/09/16/z-03601.htm
a propósito, también pueden encontrar un texto de Rafael Cippolini sobre la invasión del arte en Second Life http://www.clarin.com/diario/2007/09/16/sociedad/s-05415.htm

Peligro! Palermo Suelto


Hace unos días me referí con cierto humor a la avanzada inmobiliaria sobre Villa Crespo. Pero aparentemente el dudoso ingenio marketinero no descansa. No les alcanzó con rebautizar al ilustre barrio porteño con el poco agraciado nombre de Palermo Queens, sino que ahora avanzaron sobre Chacarita (Palermo Dead, sí, increíble....) y La Paternal (Palermo Industrial)...
Esto ya me está tocando de cerca, así que antes de tomar represalias que pueden desencadenar en una incontrolable escalada de violencia urbana traté de analizar fríamente este fenómeno.
Pierre Bourdieu, sociólogo francés, define a "campo" como un sistema de relaciones sociales, definido por la posesión y producción de una forma específica de capital. Cada campo es —en mayor o menor medida— autónomo; la posición dominante o dominada de los participantes en el interior del campo depende en algún grado de las reglas específicas del mismo. El conjunto estructurado de los campos, que incluye sus influencias recíprocas y las relaciones de dominación entre ellos, define la estructura social.
En la teoría de campos está implicita la lucha de clases, y, continuando la teoría marxista, el sociólogo francés habla de luchas en el interior del campo.
Ahora bien, dentro de este concepto de campo, Bourdieu introduce la temática de la legitimidad como un efecto de esas luchas: los beneficios que el campo otorga se expresan fundamentalmente en forma de capital simbólico, es decir, del reconocimiento por parte de todos los participantes de que los dominantes poseen los bienes que determinan el dominio en el campo. Y aquí surge uno de los conceptos que creo más interesantes y más apropiados para analizar el fenómeno de derramamiento palermitano: el poder otorgado a los dominantes en el campo es la base de la violencia simbólica, que lleva a los propios dominados a ejercer sobre sí mismos las relaciones de dominación, a las que ignoran como tales. Mediante el ejercicio de la violencia simbólica, el dominante en el campo (en este caso las grandes inmobiliarias y brokers) redefine lo legítimo (la denominación barrial como capital simbólico de identidad) en pos de su propio beneficio (el aumento en el precio del m2) y el aparente beneficio del dominado que legitima esa violencia (la ilusión de pertenencia a Palermo, como símbolo de status social).
De hecho, este avance se encuentra legitimado ante la escasa resistencia que existe, sin embargo me pareció oportuno relacionarlo con estos conceptos. Si esta resistencia surge como una respuesta fetichista desde la nostalgia de las asociaciones barriales pierde sentido, mientras la cultura barrial se siga escribiendo con minúsculas la mancha se seguirá esparciendo.




domingo, 9 de septiembre de 2007

Manifiesto Punk

Greg Graffin, antropólogo, geólogo, paleontólogo, y en los ratos libres, cantante de Bad Religion, escribió el manifiesto Punk, texto que me pareció super interesante. Lo encuentran completo en http://www.punksunidos.com.ar/punk/txt/04.html
¿José Ingenieros habrá sido el primer punk argentino?
Aquí va un extracto:
Todo el mundo tiene el potencial para ser Punk. Es mucho más duro para alguien que proviene de una plácida, poco atractiva y desafiante, e ignorante educación, porque ellos no ven la importancia de cuestionar o provocar a las instituciones que les dan tal tranquilidad. Pero tales ejemplos de una existencia despreocupada son raros en el mundo menguante de hoy.
Los eternos interrogantes todavía arden en las mentes de muchas personas. Lo que significa existir como ser humano se está haciendo más claro cada década. Algunas veces, la gente está acostumbrada a seguir el camino seguro hacia una temprana sepultura por consumir y repetir el dogma de una horrible aristocracia.
Por otro lado, el espíritu humano es difícil de aniquilar. El Punk es un microcosmos del espíritu humano. L@s Punks salen adelante gracias a sus mentes, no a su fuerza bruta. Se adelantan a la sociedad por su diversidad, y no por su conformismo. Motivan a otr@s por inclusión, no por dominación.
Están en la primera línea de la autosuperación y por extrapolación pueden mejorar el cariz de la raza humana. Se atienen a principios universales no escritos de la emoción humana, obvios para cualquiera, y evitan códigos de comportamiento elitistas, o agendas secretas. Encarnan la esperanza del futuro, y divulgan los errores del pasado. No les digas que hacer, ellos ya te están guiando.
El Punk ES : la expresión personal de la singularidad que proviene de las experiencias de crecer en contacto con nuestra habilidad humana para razonar y plantear preguntas.
El Punk ES: un movimiento que sirve para rebatir actitudes sociales que han sido perpetuadas a través de la deliberada ignorancia de la naturaleza humana.
El PUNK ES: un proceso de cuestionar y de comprometerse a la comprensión, que resulta en el progreso individual, y por redundancia, flores dentro de una evolución social.
El PUNK ES: la creencia de que este mundo es lo que hacemos de él, la verdad proviene de nuestra comprensión de cómo son las cosas, no del ciego apego a fórmulas acerca de cómo deberían ser.
El PUNK ES: la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales.

Aclaro aunque oscurezca

El nombre de este blog nada tiene que ver con la categorización que hizo Umberto Eco en los 60´s: apocalípticos vs integrados....era menester esta aclaración porque pueden malinterprestarse algunos textos al relacionarlos erróneamente con esos conceptos.
Sí, a veces me pongo serio.

martes, 4 de septiembre de 2007

Apuntes sobre la Punkitectura: I fought the LOW and the LOW won - La Arquitectura de la Glocalidad

Desde hace unos años se pueden ver en los medios de difusión académico – mediáticos, algunas obras de arquitectos latinoamericanos, que resultan muy interesantes y con un gran potencial. Son arquitecturas realizadas muchas veces, con tecnologías caducas en los centros de la globalización, pero que tienen el valor de la voluntad de sobreponerse a las posibilidades limitadas de recursos materiales y económicos. La originalidad de estas obras radica en la disposición tectónica de los elementos constructivos muchas veces tradicionales, así como en la configuración espacial y arquitectónica en general. En cuanto al tema del consumo de la energía, estas obras trabajan en su mayoría con relaciones más amigables entre la técnica y la naturaleza. Algunos autores la denominan arquitectura low-tech (baja tecnología) como antítesis del high-tech (alta tecnología). Vemos poco apropiado ese término, ¿cuál es el criterio para calificar de "baja" a una tecnología?, si lo sofisticado (de sophía y sophista) es el camino técnico-proyectual (estrategia) y no el objeto acabado, ¿tenemos derecho a nombrarla de esa manera?
Preferimos incorporar una nueva denominación, de raíz foránea, pero decididamente el más apropiado: punkitectura!
Frente al arquitecto mundano-nómade-superconsumista y globalizado, que propone la utilización de los recursos siempre nuevos de la industria (sin meditación en cuanto al uso) y que se burla del atraso de las localizaciones (antes se hablaba de centro y periferia, conceptos que nos parecen aún vigentes) que se resisten al progreso de la globalización (como si fuese una elección) y sobre todo a esos aguafiestas que no saben divertirse. Algunos arquitectos de la localización, de las regiones con falta de recursos, oponen una producción sensible y por qué no superior, en términos fenomenológicos. ¿Es una vuelta forzada a la tejné de los griegos? ¿Estaremos ante el retorno, debido a la contingencia, a un saber hacer con los recursos existentes? Parecería que en cuanto a la producción de materialidad arquitectónica, la globalización no es tal, no da lo mismo un punto que otro en esta red que pretende extenderse uniformemente para controlar todo el globo. Desde la periferia, tal vez, todo se ve más claramente.
chomer/jotapé

S-LOW TECH

Éste es un texto que elaboramos hace un tiempo con Chomer y que sirve de introducción para la punkitectura:

La arquitectura contemporánea se encuentra desbordada de recursos técnicos originados en los avances tecnológicos producidos en las últimas décadas. La denominación que frecuentemente se le da a la arquitectura producto de estos avances tecnológicos es la de "high-tech" (alta tecnología). Actualmente nos encontramos ante una situación en la cual ya no podemos hablar de una técnica propia de la arquitectura (tectónica) para la construcción de estos proyectos sino que estamos en presencia de lo que denominamos "meta-técnica". Ésta es la técnica como finalidad, es la técnica desligada de su primera esencia, el fin instrumental. Tanto las técnicas tradicionales como el nuevo logos meta-técnico dejan de ser instrumentos a nuestra disposición. Ya hace más de 50 años, Heidegger nos advertía sobre el peligro de la técnica, de la posibilidad de un hombre alienado del mundo y de su imposibilidad de controlar a la técnica en su continuo desarrollo. No sólo produjo el dominio de la naturaleza -la mímesis tecnificada- sino también, a partir de su autonomía, el dominio del hombre. En palabras de Habermas, de homo faber pasó a enfrentarse con sus propios productos automatizados, quedó integrado a su propio aparato técnico como homo fabricatus. Aparece entonces un progreso cuasi-autónomo de la ciencia y de la técnica, del que de hecho depende la otra variable más importante del sistema, el progreso económico.
La meta-técnica provoca en los individuos un fenómeno de goce que es obtenido por la interacción con los productos tecnológicos, sin importar el valor final que pueda resultar de esa interacción. Ya no importa la acción, sino formar parte de ella.
Estas diferencias se acentúan en los países subdesarrollados, donde el acceso a la técnica queda restringido a las capas superiores de la estratificación social, produciéndose mayores desequilibrios. La gente con escasos recursos económicos sólo tiene acceso a los medios tecnológicos propagandísticos y de dominación más directos.
La arquitectura no escapa a esta realidad. Catálogos de soluciones técnico-proyectuales nos ofrecen todas las alternativas presentes en el mercado, separándonos cada vez más de la razón de ser arquitectos.
Así como mencionábamos el fenómeno de goce que se produce en nuestra sociedad globalizada con respecto a los productos de la tecnología, también se produce una fascinación estética por las obras construidas con los fundamentos de la meta-técnica.
Ese goce estético producido en el modo de recepción de la obra retroalimenta al sujeto creador de la misma lo que lleva a producir una arquitectura en función de la técnica y no una técnica en función de la arquitectura, una estetización de la técnica.
Todo esto no sólo provoca una disociación con el entorno natural del hombre, distanciándolo aún más de su esencia, sino que al transformarse en un fin efectista y superficial se aleja profundamente a la técnica de su verdad que, según Heidegger es producir el desocultamiento.
Paralelamente, en los últimos años, surge un concepto antagónico al de "high-tech": el "low-tech". Una arquitectura que hace hincapié en el aprovechamiento al extremo de los escasos recursos disponibles para crear un producto en el que la sofisticación esté plasmada en el hecho proyectual y no en el objeto acabado. Pero existe una paradoja implícita en la expresión "low-tech". Desde la modernidad, la tecnología se ha identificado con el progreso y el futuro, con los mayores y más amplios desarrollos técnicos, con el estadio más avanzado del conocimiento de la sociedad en la cual surge. Una tecnología "baja" casi ha perdido el derecho a llamarse tecnología. Simultáneamente, el desarrollo tecnológico y científico pulsa al ritmo de la circulación económica de lo que Fredric Jameson ha denominado la tercera fase del capital, ligada no ya a los medios de producción sino a los de reproducción. En este contexto, la adopción de la baja tecnología por parte de los arquitectos introduce un aspecto necesariamente político. Cualquier propuesta basada en ella llevará implícita las tensiones entre el paradigma "occidental" forjado al calor de la expansión tecnológica y los modos alternativos de pensar la realidad. Ante todo, el recurso a la low tech ejercita una distancia crítica, permitiendo miradas descentradas sobre el mundo en que nos toca vivir. La opción consciente de la low tech genera un cuestionamiento contundente a la superioridad política y estética que pretende fundarse en una supuesta superioridad técnica. Aldo Van Eyck afirmaba estar a la búsqueda de una baja tecnología (low tech) o sea una tecnología capaz de resolver las mas sofisticadas exigencias de la arquitectura contemporánea aunque también capaz de superar la concesión lineal y simplista de progreso.
Este tipo de arquitectura ha encontrado un eco importante en Sudamérica, en autores como Solano Benítez o Rafael Iglesia, que buscan la producción de conocimientos a partir de investigaciones relacionadas con lo tectónico. Sin embargo, dentro de lo beneficioso que aparentemente resulta éste tipo de arquitectura, encontramos un goce estético ligado a la aparición de la materialidad y a la sensación que esto produce, que si bien parece genuino ya que, en términos de Heidegger, al desocultarse aparece la verdad del material, no deja de producir una fascinación estética (al menos entre los arquitectos) similar a la producida por el high tech. Esto puede tornar contraproducente a esta arquitectura que goza de cada vez más adeptos por estas latitudes, ya que se desvía la atención hacia los efectos estéticos del low tech y no hacia el potencial de este tipo de arquitectura para resolver los problemas del hábitat originados por las crisis sociales que afectan a los países subdesarrollados.

sábado, 1 de septiembre de 2007

La Ciudad Glocal...sí con C

¿Cuál es la ciudad que debemos discutir? ¿La megalópolis latinoamericana que se derrama ad infinitum en el territorio o la ciudad global, desvinculada de su entorno y conectada a otras en red? ¿Dónde está posicionada Buenos Aires? Hace unos meses nuestro actual Jefe de Gobierno anunciaba que Buenos Aires sería una de las primeras ciudades del mundo en contar con Internet wi-fi en todo su territorio, días previos al anuncio, se incendiaba la Villa "El Cartón" en Soldati.
Con el concepto glocal se intenta entender el actual proceso de transformación como una conexión entre la dinámica local y global: lo local gana en significado porque debe participar en un sin número de lugares en la competencia global por los recursos. El desafío es resolver problemas en el territorio concreto sin interrumpir los intercambios globales. Cómo atender a la exigencia de movilidad y a la energía de los flujos (físicos y de información) sin perder de vista la necesidad imperiosa de resolver cuestiones urbanas básicas como la falta de vivienda y la degradación ambiental.
El fin de la ciudad utópica llegó hace tiempo, los daños colaterales de la bomba globalizadora provocan no sólo la degradación de las periferias suburbanas sino también la transformación de los centros urbanos. Los que aún disfrutan de la posibilidad de elección, se debaten entre la torre o el barrio cerrado. Mientras tanto, el resto se debate en una suerte de precariópolis donde el Estado se encuentra ausente o resolviendo cuestiones urgentes, sin posibilidades de planificar el mediano y largo plazo.

abstract de la ponencia que daremos con chomer en breve